lunes, 16 de febrero de 2015

Todo es guerra

Guerra. Desde el momento de la gran explosión hasta hoy día. Desde la vista de un ser superior que manejaría su mundo de canica de Men in black hasta la voz interior que nos acompaña durante cada decisión. Explosión, guerra por la supervivencia, imperios, tutsi, Congo, Bosnia, Siria, Ucrania, política, capitalismo, comunidad de vecinos, lucha interna...

La mano de la iguana, que tanto recuerda a la extremidad protegida de un guerrero armado, tan bien traído por Sebastião Salgado, tan revelador, removedor de entrañas. 

Guerra y al final, todo. 



De aquí

martes, 7 de octubre de 2014

Monfragüe 2014... y continuará

Nos preguntábamos Raquel y yo, entre café y cháchara, la cantidad de veces que habíamos ido a Monfragüe. Lo dejamos, redondeando y quizás por lo bajo, en unas 15, con la presente. Y es que no nos cansa, año tras año, la sensación de aproximación a la Portilla, esperar a la imperial con las ansias de ser la primera en verla, levantar la misma piedra y recorrer con vista, oído y olfato los mismos senderos donde hemos descubierto tanta vida y destilado tantas emociones. 

Y aún así, siempre hay un nuevo insuperable, un camino por descubrir y una buena conversación por desgranar, bajo un nuevo techo donde soñar.

Por una y mil veces más, homenaje monfragües.


Antes incluso de llegar, los alcornoques nos sorprendían con su piel roja, recién despojada del corcho


En la Portilla del Tiétar, buitres revoloteando y...

de entre ellos, Raquel saca la imperial, ¡punto!

Un buitre leonado posado muy cerquita de donde nos encontrábamos.

Imagen que pasará a la historia, en el archifotografiado almez de Villarreal de San Carlos.

El valor añadido de esta visita era la berrea de los ciervos, que con el cóctel de hormonas estaban muy confiados...

pero que muy confiados

Por la noche, siempre cae algún anfibio. Aquí, un sapillo partero ibérico, Alytes cisternasii

Y esta vez, con el día agotado... ¡dormimos en la furgo! Como dos enanas con zapatos nuevos, jaja!

Más buitres. Ahora, sobrevolando Peña Falcón. Foto hecha por Raquel que me gusta especialmente.

Un buitre negro, mucho más escaso que el leonado, posado en lo alto de una cresta rocosa.

¿Cuántas horas nos habremos pasado frente de esta peña impresionante, en el mirador del Salto del Gitano?

¿Y cuántas fotos tendremos en lo alto del Castillo? Ahora farda de seguridad, pero hace pocos años, esa barandilla no existía...

Atardecer y punto... seguido 




lunes, 22 de septiembre de 2014

Somiedo: historia de amor-odio resuelta

Back in 2005...


Muy pipiola yo, viajaba al Parque Natural de Somiedo por primera vez en junio de 2005, en la tan reputada excursión de campo de la asignatura Organización y Funcionamiento de Ecosistemas



Y fue ahí donde me enamoré de ese sitio. Esos valles, laderas de pastos que lindaban con hayedos brillantes, paredones grises tan nuevos para mí, todo tan verde, ambiente de oso y leyendas de Purroy... aderezado con mi poca (nula) experiencia campera, hicieron que me quedara prendada de este lugar.

De hecho, un admirador "secreto" (de quien recuerdo perfectamente el aspecto, pero soy incapaz de rescatar el nombre...), me pilló en un gesto de sorpresa tras una curva de la carretera que supongo, daba paso a algún paisaje embelesador:




Hipnotizada por el recuerdo, volví varias veces, a medida que me iba curtiendo en esto del campo, arrastrando siempre a acompañantes, más o menos numerosos, y con objetivos más definidos, pero Somiedo me daba siempre las de arena y empecé a odiarlo (de mentirijillas, solo me alicaía y temía la próxima vez...). 

Hasta que el pasado fin de semana, en horario impronunciable, Raquel y yo nos encaminábamos de nuevo hacia el Parque Natural con toda las intenciones y las ganas de ver osos. Y esta vez, sí, este espacio mágico me ha devuelto esa primera sensación y la disyuntiva queda resuelta. Absoluto AMOR es lo que siento por Somiedo. Pero me callo ya y dejo que las imágenes hablen por mí:


La noche del viernes, dormitamos una hora y media en la furgo de Raquel... Con ese panorama, empezamos a buscar osos a las 8 de la mañana. Casi dos horas despúes, ni rastro de ellos, pero algo se dejaba ver: algún rebeco, rapaces...


Carbonero palustre (Poecile palustris), un párido nada común que en España solo encontramos en los bosques de las Cordilleras cantábrica y pirenaica

Y pasadas las 10:30...



Lo mejor de la jornada y objetivo cumplido: ¡¡una osa, ya famosa en el lugar, con sus tres oseznos!! El colofón fue, sin duda, la sensación de "sacar" a la familia osera el sábado por la mañana, justo cuando mi odio a Somiedo, ahora olvidado, no daba para más. Vimos de nuevo a los cuatro osos el sábado por la tarde, mientras nos caía el cielo encima, y el domingo por la mañana, antes de que empezara a descargar nuevamente. 



Pero el fin de semana seguía prometiendo. Aquí, un gato montés que solía exhibir sus técnicas de caza, puntualmente, a partir de las 11:00 h. Estos bichos...


El Lago de la Cueva, uno de los Lagos de Saliencia, famoso complejo lagunar de origen glaciar.


Espectacular arco iris


Había tormenta... así que nos refugiamos y...


Un interesante visitante nos deleitó mientras se organizaba su merienda. Una hembra de treparriscos (Tichodroma muraria), ¡nada menos! Nos dejó fotografiarla y grabarla en vídeo, a una distancia mínima, sin la menor preocupación. ¡Mi segunda observación y primera captura fotográfica de este bicho tan bonito como difícil de ver!

¡¿Cuándo volvemos a Somiedo?!






lunes, 16 de junio de 2014

Hakuna matata

Sur, Sol, Sonido, Sueños, Silencio... ¡Sudáfrica!

Ahora todo son nervios, prisas, ganas y perezas de estudiar, resoplidos ante la cantidad de bichos que se avecinan, expectativas, organizaciones y cosas pendientes, echar de menos Camboya, pero...

Ay ay ay... ¡¡qué ganas de pasar bien pasado el otro lado del Ecuador!!


lunes, 10 de febrero de 2014

Rozalén es la siguiente

Cambiamos de género en los descubrimientos

Casualidades de la vida, escuché esta canción hace unas semanas a través de un enlace en una famosa red social que sin duda, desmerecería a cualquier psicólogo por el imán que ejerce sobre la gente a la hora de "confesar"sus estados de ánimo... En fin, ya sabéis donde. 

Así conocí a Rozalén.

Me gustó mucho, tanto la canción (je, más de una estrofa me hace aspirar una carcajada de empatía) como el videoclip. 

Casualidades, digo, porque un par de días después me daban una grata noticia, relacionada con esta solidaria albaceteña... y no diré más, porque no sé si se me permite. 

Os la presento y vosotros veréis, mañana al salir el sol.




martes, 4 de febrero de 2014

Grandes pasos hacia delante

Glup! Una característica gota anunciaba que alguien se acordaba de mí a través del whatsapp. Al deslizar el dedo para "bajar la cortina", el destinatario, una imagen y un frase insulsa, referenciando una localización aproximada (que no diré aquí) en mi querida comarca berciana.

Cara de pasmo al frente de la pantalla. 




¡Sí! ¡Las huellas de oso pardo más bonitas jamás vistas! No solo por lo bien que han quedado, marcadas en un manto de nieve blanda recién caída, casi a posta para que el plantígrado esculpiera su paso, si no también por su localización y lo que implica. Se trata de una zona situada en el límite sur de distribución de la población occidental de osos cantábricos.


subpoblaciones
Imagen de FUNDACIÓN OSO PARDO


Bien es cierto que son varios los testimonios de vecinos que dicen haber visto alguno, cada año, ¡vete tú a saber! Pero ahora sí que sí, ante esto no cabe duda... ¡Habemus osos! ¿¡Cuántos cientos de veces habré pasado yo por ese pueblo, de camino al mío!?  ¿¡A cuánta distancia los habré tenido durante mis excursiones!? Y ya veis, ¡¡que no todos hibernan!!

El oso pardo atraviesa una lenta, pero continua recuperación y sus poblaciones están en expansión desde principios de este siglo, en la subpoblación occidental (bastante peor le va en la oriental), pero desde luego, está lejano de  situarse fuera de peligro. Afortunadamente, su fama no le juega tan mala pasada como a los lobos, también presentes y tan odiados en el Bierzo, pero tampoco es que abogue la población local por su conservación a toda costa. Habrá que seguir "luchando".

Yo solo espero tener la posibilidad de seguir recibiendo estas joyitas en el móvil...

Una envidia malsana y una maldición por vivir a 400 km de ahí me corroía mientras buscaba la cara más alucinada del whatsapp para contestar al envío, con cientos de preguntas que mi interlocutor, familiar aficionado a la caza él... se tomaba con desesperante calma en contestar. 

Poco más tarde, voces más experimentadas me recomendaban escribir esta entrada, quizás con otra estructura en mente... (pero ya nos conocemos) y avisar del hallazgo a la Fundación Oso Pardo. Hecho 2 de 2. 

viernes, 10 de enero de 2014

Buenrollismo en el portal

Como soy un desastre (y ya sé que no voy a cambiar, I´m too old for this), ya asumo, resignada, que al año pierdo, al menos una vez, cosas importantes. Este nuevo año lo estrené bien pronto. Desde antes de ayer por la noche no encontraba la cartera... Quedaba un lugar por chequear: el trabajo.

Pero al salir de casa, ayer por la mañana, encontraba esto en la puerta:


Y efectivamente, en el buzón, estaba mi monedero, con cada uno de sus papelajos y céntimos, porque poco más llevaba de dinero, íntegros y en su sitio.... ¡toooooma!

Si es que, aunque casi ni los conozca, mis vecinos son majetes de verdad. 

Así que nada, en el muro de las pérdidas, donde antaño aparecía la devolución  secreta, he plantado hoy una notita de agradecimiento a mi particular encontrador. 



Por cierto, Feliz Año Nuevo y... que sea bien diferente de 2013 (por Dios)